Réplica a la señora Rubiales por el PIROPO

Señora Rubiales:

Sepa usted que si algo es condenatorio desde cualquier punto de vista, es un piropo bien dicho y en solitario, pues puede quedar en entredicho el honor del bicho que lo ha pronunciado. Bien sabido es que si no es capricho y autorizado por su majestad, a la cárcel puede ir bajo su potestad, pues siendo una hipérbole bella que loa la grandeza de cualquier persona, puede ser mirado como un delincuente que a una mujer ha acosado, esa…, mi serenísima, es la auténtica realidad.

Mas pudiera decir con su consentimiento que solicito y seguro no tengo, o sin su venia y no me arrepiento, que quien piropea en una sola presencia, la del ser que recibe esa bella esencia de la pureza que ensalza las virtudes de su naturaleza, puede interpretar con toda naturalidad que el culpable busca la unión momentánea de dos personas en su justo equilibrio, es decir, y en castellano de toda la vida, pero que se entiende así en todos los idiomas, matar el tiempo rozando los santos sacramentos de las conciencias más espirituales del universo y no es así.

Cuando un caballero se quita el sombrero al paso de una mujer, no es una intención, es devoción, respeto y esmero en demostrarlo.

Usted está llamando machista al hombre masculino. ¿Debo entender que en caso contrario, así es? Que su serenísima no disfrute con las regularidades o irregularidades del verbo, no quiere decir que las, y los demás tengan su misma y particular forma de ver la vida. Una cosa es el progreso y otra el retroceso, y por lo que veo, seguro que volveremos a pagar por otro mapa como el de Aído…, o más.

Las cualidades humanas del masculinismo, así lo escribo para que se entienda, nada tienen que ver con su machismo, y con esto me refiero a su merced, pues tal forma de evitar la admiración con más represión, así lo es. Curiosa observación teniendo en cuenta siendo quien es, pues es de saber, que quizá, la experiencia a algunas no ha llegado ejerciendo la hipocresía en la dirección que sopla, no queda otra cosa que estopa, por supuesto la que usted da, que para recibir ya estamos los humanos individuos y que a base de soportar aguantamos como chiquillos, las ofensas lanzadas hirientes como auténticos cuchillos.

Ya sólo nos queda un parque cerrado, uno de esos con anillas de caballería, donde poder sujetar al potro y al resto del ganado, con o sin ayuda del otro, y con bozal, ¡por favor, no falte!, que las metáforas y la rimbombancia de los detalles pueden ser exagerados y mal entendidos. Por eso y ya de paso, aproveche y cuelgue un cartelito, cual señal de tráfico que avise con todos los lujos y mucho cuidado a cualquier pajarito, de los animales que allí se hubieren fijados y bien encerrados. Bien le quedaría, y de ello casi seguro estoy, un dibujo de un masculino varón con un texto que en grande indique ¡PELIGRO, HOMBRES!

Saludos del que se expresa, admira el arte, la gracia y el talento, en vida, con un suspiro y a veces con acierto, otras…, c`est la vie.

10 comentarios en “Réplica a la señora Rubiales por el PIROPO”

  1. Fantástico , eso es un juicio justo.
    Pero parecer ser que algunas personas cuando están en determinados puestos con capacidad de decisión pierden el sentido común aunque como se dice en algunas ocasiones el sentido común es el menos común de los sentidos.

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    1. Así son las cosas, hay personas a las que el poder les concede el derecho y la propiedad de la verdad. Lo más triste es que aparte de ser quién es en política, resulta que ejerce como abogado, es decir, da la impresión de haber puesto un cebo para que la mayor parte de los varones bien nacidos vaya directamente a dónde a ella le interesa, una buenas redes donde pescar a personas honradas y sensatas para luego poder denunciarles por acosadores. Te doy mi palabra que es la sensación que tengo. ¡Tela marinera!

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  2. Compañeros!

    El piropo siempre será patrimonio del buen comandante: mientras existan los géneros y diferentes estrategias reproductivas para ambos, el piropo seguirá siendo la punta de lanza para que la artillería avance.

    Como debió decir y no hizo Sun Tzu, cuídense del comandante que lleva sus cañones a la factoría de porcelana de los Ming.

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      1. Todo depende de como se diga el piropo o como se guiñe el ojo, aquí dejaron de existir, porque quizá siempre la mujer trabajo fuera de casa y era mas independiente.

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      2. Pues francamente, considero que no tiene por qué ser así, pero no soy nadie para considerar y determinar lo contrario. Sí puedo decirte que cuando los he dicho jamás me han mirado con mala cara. Creo que puede ser por ese ambiente cada vez más serio que se vive en todas partes, muy en especial en Cataluña, ¡pero por el día!, que por la noche es otro cantar.

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    1. Gracias Esperanza, es que ya está bien, llega un momento en que cualquier santo varón es delincuente por el simple hecho de serlo y también para empezar a analizar ese famoso refrán que dice…»piensa mal y acertarás». :))

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  3. Grande, educado y delicado. Yo, a lo mejor, no lo hubiera escrito mejor. Y sin animo de malograr tu artículo, todo lo contrario; asevero que me encantan los piropos, sobre todo cuando los dirigen a mi persona. Es, ¿Qué a los hombres no nos piropean las mujeres?
    Y yo me pregunto, ¿Por qué confundimos la educación y el buen gusto; con el despropósito de unos pocos maleducados, mal intencionado y malas personas?
    La virtud está en el equilibrio, en el respeto y en el saber estar.
    De todas maneras, es una guerra perdida. Ellos siempre hablan en público lo que en privado no hacen.

    Un abrazo amigo.

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    1. Gracias Jesús. No hay guerra que se pierda si hay una buena defensa y los atributos necesarios. Unas buenas plumas que ridiculicen a aquellos personajes que aparentemente tanto saben y luego desconocen, les hacen más daño que un millón de manos. Esa es la gran virtud de nuestra democracia, que al menos y de momento nos permite despechar el mal aliento a base de palabras bien sonantes, de esas que duelen por detrás y por delante. De la española historia hemos de aprender que muy pocos soldados ganaron grandes guerras y batallas, te cito por ejemplo a Alvar Núñez Cabeza de Vaca que respetando a todos y sin matar a nadie, conquistó el corazón de los más valientes indios de la actual Norte América, y que hay otros y son muchos, que en inferioridad de condiciones y con muchos pares también lo hicieron como Blas de Lezo, Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, Juan de Austria, Francisco Arias de Bobadilla, Álvaro de Bazán, Juan del Águila, Alonso de Ojeda, etc, etc, etc.
      Solo se pierde una guerra cuando se rinden las armas, que en este caso son las plumas y el verbo, así que seguir dando batalla.

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