Ha comenzado el periodo de elecciones municipales. Algunos dicen que son el ciclo de los próximos imputados y en el fondo así es como nos sentimos la inmensa mayoría. El CIS en su último sondeo deja las cosas más o menos como antes estaban, PP y PSOE dándose y frotándose las manos, seguidos de Iglesias y de Ciudadanos. Pero el caso es que las cosas están igual o peor que antes y les diré por qué pienso así.
En las próximas elecciones y si todo sigue el cauce que estamos viviendo en estos momentos, el PP se verá obligado a pactar con el partido de Albert Rovira, del que personalmente tengo muy buena impresión, y no es de ahora, llevo siguiéndole desde que empezó en Barcelona, y por supuesto el PSOE lo hará a su misma vez con PODEMOS, esa es la triste historia que nos espera.
Se da la circunstancia que los veteranos se verán obligados a alinearse con las fuerzas novatas, esas en las que tanta esperanza tenemos, y he ahí el problema. ¿Cuando se ha visto que en un cesto de manzanas perfectas pongas una podrida y ésta no estropee al resto? C`est la vie.
Si había alguna posibilidad de apretar el cuello a las viejas glorias, nos vamos a encontrar con que no sólo no van a ajustarse las corbatas, sino que lo que viene es más de lo mismo, tanto con Rovira como con Iglesias y esto…, es lo que más me duele.
Como persona que mide, qué puedo recibir y qué perder, no puedo votar a alguien que creo asustará a los dineros, pero sí a quien sé que no lo hará, pero… y esta es la cuestión, ¿para qué?
Otro gallo cantaría si por una vez en la vida de esta nuestra España ambas y rebeldes fuerzas pletóricas, cargadas de juventud y de ganas, llegaran a un acuerdo para desbancar a las generaciones que tanto daño nos han y están haciendo. Y no me hablen que si el PSOE, PP, IU, CIU, UGT, CC.OO…., que me da francamente igual, nada tengo contra ellos y sin embargo todo está en su contra, así son las cosas.
La corrupción está en la sopa, ¡y ya no es de letras!, ya hace mucho tiempo que es de estopa, ¡sí!, la que cada día nos dan con juegos de palabras, de estadísticas a su antojo, imputados en la calle, jueces que hacen lo que deben deshonrados y sin trabajo y mucho miedo, más del recomendable. Ayer sin ir más lejos, una noticia me dejó de piedra de nuevo, tan simple como que el juez paraliza la inspección a Rato y 61 consejeros más por las tarjetas black al entender que el dinerito en negro de dichas tarjetitas, no eran para gastos de representación, sino un complemento retributivo. ¡Vamos!, que las cantidades que no figuraban por ninguna parte en la entidad bancaria es legal, pues a mi, ¡que me lo cuenten!, ¡si!, quiero y necesito saber cómo carajo se pueden manejar los cuartos que no se ven legalmente.
Siempre he dicho que al dinero no se le puede asustar, hay que dejarle ver que puede seguir sumando, ¡pero de otra forma!, y es que el puñetero, ¡es cobarde y tiene vida propia!, por eso no creo en las revoluciones, pero sí en la pesca, en los sedales bien tirados con el que poco a poco va cediendo el contribuyente, ¡al que menos paga y más gana me refiero!, de ahí que me dejara llevar por alguien al que considero inteligente, noble y honesto, pero viendo el percal, creo que he de ir por otro lado, pues como ciudadano de éste país no quiero volver a ver lo que durante estos años y en la época de González, Aznar y Zapatero me ha tocado, ¡oigan, que es desde siempre! y si no ponemos las medidas, así seguirá siendo hasta el final de los días.
Por eso esta pluma les pide que piensen en lo que tenemos, y lo que nos va a quedar si por el mismo camino continuamos, que muy difícil es que los jóvenes puedan con los viejos en terrenos de zorros y en este caso es la de los pasillos y favores, que al principio cuando los mozos lleguen a su destino, se colmarán de orgullo y de vanidad y ahí, ¡créanme!, ¡ahí murió el gato cazador! y por supuesto lo peor de todo, la esperanza de un gran cambio que ponga a esta nación dónde debe con todo sus habitantes y a los que se han dedicado a la política para ganarse la vida, dónde les toca.
¿De verdad piensan que negociando entre viejos y jóvenes se eliminarán los aforamientos a los políticos?, ¡venga ya!, tan simple como decirle al oído…, ¡Oye Antoñito, que mañana te puede tocar a ti!, así de claro y de simple y esto no es más que un breve ejemplo. Dicen que la fruta madura cae por su propio peso, ¡hostias!, ¡pues aquí no, eh!, lo que nos viene encima es el peso de toda ella, incluido los frutales, nada más, que de comer nos quedará mierda a raudales, ¡ya se lo digo yo!
Por eso sé que dónde hayan manzanas frescas, no se debe colocar una pasada, es una de esas leyes fundamentales que ahora debemos respetar, si algo queremos, ¡claro está!