Grandes paradojas de la vida – Animalismo VS humanismo

Cada vez que en este sagrado y bendito país comienzan las fiestas que tanta alegría nos dan y que sin duda alguna son, la envidia de muchos turistas y vecinos de otras naciones, empieza también la temporada animalista, ¡sí!, la de esas personas que anteponen todos sus criterios a los del resto de los mortales.

La fiesta taurina es en su esencia el reflejo de lo que somos y el motivo del por qué, aún nos respetan nuestros enemigos más naturales. ¡Así es!, y por este motivo se están librando auténticas batallas entre los defensores de los animales y los que tradicionalmente siguen amando y entendiendo el origen de la cultura en España.

Deben saber, ¡que muchos lo desconocen!, que los toros al final son carne de su propio plato y que en la mayoría de las ocasiones pasan por mataderos antes de ser preparados en exquisitos manjares, y digo esto, porque un astado de 700 kilos, o en torno a ellos, cuando se enfrenta a un torero tiene la posibilidad de sobrevivir el resto de su vida como un marqués, a esta azaña se le llama indulto, y tiene mucho que ver con la nobleza y la fiereza del animal en cuestión, mientras que los que van en camiones camino del destino que les ha tocado en la cadena alimenticia, pasarán por una máquina que les dejará fritos el cerebro o recibirán un tiro de misericordia entre cuerno y cuerno.

Dígoles esto, porque si mañana existiera la reencarnación y me tocara ser un bobino de raza brava, prefiriría que me brindaran la oportunidad de una muerte noble, ¡injusta!, pero noble al fin y al cabo, luchando por mi vida y sabiendo que tengo la oportunidad de matar a mi rival o de salir por la puerta camino de que los veterinarios me arreglen las heridas que me han causado, para luego vivir como mandan los santos cánones, cubriendo vacas a diestro y siniestro, como un auténtico semental.

No me llamen machista por este hecho, se lo ruego, pues tan monta tanto el toro como la vaca, que el juego es de dos, pero sigo con esta crítica que a buen seguro tendrá muchos detractores.

Las corridas de toros son un duelo entre una persona, que por cierto, tiene los atributos o los ovarios muy bien puestos y duros como las piedras, y si no, pónganse al lado de uno de esos morlacos de seiscientos y pico kilos para arriba, y luego me cuentan. La nobleza del toro es lo que es, es decir y en castellano de toda la vida, para el que le cuida, porque los demás tienen que andar con ojo avizor oteando el horizonte, estribor, babor y popa, ya que en un descuido, pueden estar seguro que ellos pastando en el campo, y ustedes disfrutando de un espléndido día de primavera, pueden sufrir un despiste y encontrarse una de esas cornamentas de cuarenta centímetros perforando sus partes húmedas.

No son perros ni gatos, ¡son reses bravas!, señores y señoras, no confundan la velocidad con el tocino, que a veces ocurre.

Entiendo y comprendo que las fotografías que los animalistas hacen correr en las redes son muy crueles, ¡créanme!, también me duele y mucho, pero también estoy seguro de que si esa misma imagen es de un velociraptor ¡que por cierto ya no existen!, también me pasaría lo mismo, y es que una fotografía vale más que mil sufrimientos que no se ven.

Ayer en Facebook, volví a ver otro comentario abierto sobre estos temas en cuestión, pero para ello y harto de ver como siguen y además se quejan cuando otra persona defiende sus derechos, ¡por cierto!, no era mi caso, se le echaron encima como lobos hambrientos, y es que está muy mal visto defender lo que históricamente es nuestro. Recuerden que en el fondo, no en lo más profundo de nuestra nación, sino en nuestro interior, la lucha entre un toro y un torero es ni más ni menos el reflejo de esta sociedad en la que nos hemos criado, es decir, la muestra de lo que es la esencia que tan grande nos hizo hace siglos, y la que hoy seguimos viendo en nuestros deportistas y empresarios, una lucha constante por mejorar. Los que realmente están interesados en dividir este país, quieren desarbolar esa parte de nuestra cultura, porque así saben y tienen conciencia de ello, que ya no seríamos los mismos.

Paradojas de la vida, este año pude ver y comprobar en Lanzarote, concretamente en Playa Blanca, dónde hay más gatos que lagartos autóctonos, ¡sí!, porque esas personas que defienden a estos felinos, son capaces de seguir alimentándolos incluso sabiendo que no tienen cuidados veterinarios y que son salvajes, porque disfrutan viendo como saltan y matan a las salamandras blancas y otros saurios de la tierra, ¡y digo yo!, y me sorprende, pueden estar seguros de ello, los lagartos están protegidos, ¿por qué no se llevan a los dulces mininos a sus propias casas y dejan tranquila a la fauna autóctona?, que entre otras cosas mantiene el equilibrio del ecosistema. Se dan cuenta de la paradoja, pues ahí les va la más dura, porque esto, no es más que el aperitivo.

En ese debate en Facebook expuse parte de los expuesto en este artículo, y como es lógico, las benditas almas protectoras de los valerosos cuadrúpedos se lanzaron con indignación sobre ésta pluma, pues es de saber, que todos no somos de la misma opinión, ¡eso sí!, tengo que reconocer que nadie se salió del tiesto y el respeto era comunitario. Viendo que nadie entendía mi punto de vista, que en definitiva es el de millones de españoles, franceses, japoneses, colombianos, mexicanos, estadounidenses, etc, incluso del difunto Hemingway, colgué una dirección de un reportaje demoledor, pidiendo que visto que defendían la vida de los animales con tanto ímpetu y generosidad, lo hicieran también con las de los humanos, más si eran niños, ahí dejo la URL:  https://www.youtube.com/watch?v=B6P7VINaKdI  pidiéndoles que, ya de paso, lo compartieran con sus amigos y compañeros. Pues verán hasta qué punto llega la hipocresía de algunas personas. Tengo que reconocer que dos de ellas, ahora amigos en la red, así lo hicieron y luego seguimos debatiendo sobre la tauromaquia y otros menesteres, pero hubo muchos que no se molestaron e incluso quienes recriminaron mi actitud por cambiar de tema. Y lo veo lógico pues es la única defensa que tienen.

Ya hubo un enfrentamiento en el siglo XVI entre Felipe II con el papa PIO V, quien hacía alusión a un duelo entre animales y personas con la firme intención de eliminar tan importante rastro de la historia de nuestro país y así, de un plumazo, desanimar a las tropas españolas, que en definitiva fue el origen de la decisión papal, la cruda realidad. Pueden estar seguros que el rey, por aquellos tiempos, tentado estuvo de acabar con ese papado, que por aquellos entonces y todo hay que decirlo, no eran más que puestos políticos al servicio de sus congéneres y el buen vivir de los que servían a Dios en las altas jerarquías.

Eliminando esta tradición no van a dejar de comer carne de vaca, toro, pollo, avestruz, oca o lo que les guste, sin embargo, sí consiguen quitarnos de un tajo los atributos de todos aquellos que aún los tenemos prietos y bien colocados, todo en beneplácito de nuestros enemigos naturales, ya sean vecinos o simplemente políticos con negras y oscuras ambiciones.

En Cataluña eliminaron las corridas de toros, ¡sí señores y señoras!, ¡con un par!, pero no las fiestas en las que los animales son torturados con fuego. ¡paradojas de la vida!, ¿o maniobras políticas?

El toro es el símbolo por naturaleza de este país, de hecho España es una piel del astado casi perfectamente dibujada, el poema que representa el carácter del nacido en estas tierras, luchador, valiente, noble y cabezón, porque cuando tomamos una decisión, fuere la que sea, vamos a por ello cueste el precio que necesite, incluso la vida, si es necesario por el camino.

Es el espíritu de nuestros soldados, el de todos aquellos que se enfrentaron durante siglos a los musulmanes hasta expulsar a los invasores, el de los indomables hidalgos de los viejos tercios, los de Flandes y los que vinieron después, el de los que tuvieron la sangre de hielo para cruzar el Atlántico, Pacífico Índico, Ártico y Antártico para llevar cultura e intercambiar costumbres; el de los que no permitían la esclavitud, salvo algunos desgraciados, que siempre los hay, y que por supuesto protegía a los indígenas de los nuestros y de los demás. Esa es la realidad, y un puñado de animalistas pretende borrar todo de un plumazo, para que ese espíritu quede en aguas de borraja y se pueda dominar nuestro indómito carácter en pro de su propia voluntad.

Que me digan de esos países donde corre la sangre hasta quedar la playa completamente roja, como es el caso de los escandinavos cuando durante sus festejos van a matar los delfines, lo entiendo, porque eso sí que es un asesinato en masa y a la vista del público en general de miles de animales muy inteligentes y que por cierto tienen fama de haber ayudado a muchos náufragos a lo largo de la historia. Casos como esos, ¡muchos! Esos sí que no tienen salida ni oportunidad, y si no busquen en Internet, que ahora la información está al alcance de todos, ¡por favor!

Soy humanista, no soy racista, ayudo en lo que puedo sin mirar credo, religión o raza, no soporto las torturas ni los maltratos, ya sea animal o humano, pero por encima de todo, muy por encima, están las personas. ¡Ah!, si ustedes me lo permiten, ¡no soporto la hipocresía!, cada día menos.

26 comentarios en “Grandes paradojas de la vida – Animalismo VS humanismo”

  1. Menos mal que en este país de hipocresía total, que la gente piensa una cosa y dice otra y que no es capaz de expresar lo que siente, todavía hay alguien que escribe, al pan pan y al vino vino…..

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    1. Siempre es una cuestión de puntos de vista, pero francamente, ¡ésta me gusta!, ¡y mucho!, entre entre otros motivos, porque contando las cosas como son, siempre se encuentran enemigos, pero también y tengo que decirlo, muchos amigos, que al final guste o no, son de uno y otro lado, ¡como tiene que ser!, gracias bella dama, hoy soy más feliz que un pan saliendo del horno y viendo la copa de vino enfrente.

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    1. Los toros sufren más que cuando van al matadero, eso sí tiene que ser terrible, oler la orina y los excrementos de sus compañeros y compañeras sabiendo que no tienen salida. ¡Eso sí que es cruel! No será capaz de entenderlo en la vida, y por favor, ¡no coma carne!, de ningún tipo, se lo ruego, y por supuesto tampoco verduras, que tengo conocidos que se comunican con ellas y sufren de la misma manera. Usted no puede imponer las cosas por sus santos criterios sobre el resto de los mortales. Si no quiere ver estos sufrimientos, haga lo mismo que yo, que ni voy y ni veo las corridas de toros, pero respete la opinión de los demás y no intente poner la suya por encima del resto y de la historia de este país.

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      1. No comprendo que señales que hay que respetar todas las opiniones cuando es evidente que estas adoptando una muy clara. Arremetes contra aquellos que piensan diferente y que de hecho el único que criterio que anteponen, y por lo visto imponen, a todos los demás en el caso que señalas es el de la vida. Una cosa es matar para comer y otra muy diferente es perpetuar una raza de animales concreto solo y exclusivamente para dar un espectáculo de «coraje y valentía» y por lo visto de «historia». Lo siento mucho pero lo único que leo en estas lineas es una justificación, curiosa y sesgadamente argumentada, de un discurso tradicionalista y en mi modesta opinión anacrónico. No obstante, es tu linea argumental la hegemónica si no las corridas de toros, entre otras cuestiones, ya se hubieran prohibido. En este sentido, yo seria mas cuidadosa a la hora de introducir y articular conceptos como el de «imposición», por aquello de no deformar y/o vaciar de significado las palabras y por ende la capacidad comunicativa del lenguaje..

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      2. Querida Isis, ante todo, ¡gracias por ese estupendo comentario!
        La realidad es, que a lo que llamas arremeter no es más que una defensa, puesto que hablar de toros dentro de poco estará incluso mal visto. Tienes un criterio que respeto y admiro, ¡palabra de honor!, y es muy posible que como muy bien recalcas, mi discurso sea tradicionalista a tus ojos y a los de otras muchas personas, porque en definitiva cuando se habla de tradición y de historia, se suele hablar también de ello. En cuanto a los alimentos, ¿has visto cómo los tratan en los mataderos? Puedo decirte que he dejado de ver reportajes de este tipo porque si lo sigo haciendo como únicamente verduras, ni si quiera huevos o queso.
        Puede que tengas razón en cuanto a las razas de toros, ahí no tengo defensa, pero para mí ese aparente y noble animal es un auténtico gladiador a la vieja usanza y por mucho que quieran convencerme en Internet, no es una animal de compañía.
        En cuanto al origen de ese artículo, puedo decirte que tiene mucho que ver con otros conceptos, porque sí he visto a muchas personas que se dejarían la vida si falta hiciera en la defensa de los animales, pero cuando les cuelgas algo como ese reportaje de los niños, muchísimos de ellos incluso lo borran o simplemente no siguen la cadena. Es su decisión por lo que no tendría inmiscuirme, pero no lo puedo remediar.
        Por cierto, tengo que decir que me llena de satisfacción ver un comentario de vuestra mano y pluma en este blog, y que por cierto, ¡escribes de lujo!
        ¡Gracias de nuevo!

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  2. Muy buen artículo y muy bien escrito, aunque discrepo totalmente con lo que en él se dice.
    Los que apoyamos cualquier iniciativa en defensa de los animales, los que estamos en contra de cualquier tipo de maltrato animal, NO OLVIDAMOS que en el mundo existen muchos millones de seres humanos que carecen de lo mínimo indispensable para llevar una vida digna.
    Por ello nos remitimos a la «Declaración Universal de los Derecho Humanos» aprobada en la ONU en 1948.
    TODOS tenemos la obligación moral de exigir a los gobiernos del mundo que pongan en práctica y lleven a cabo lo expuesto en los 30 artículos de la citada Declaración.
    En ellos se recogen los Derechos Humanos considerados básicos y que toda persona merece por el hecho de haber nacido.

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    1. ¡Gracias Antonio!:
      Discrepar es incluso bueno para la salud, aumenta la frecuencia cardíaca, favorece la respiración y se podría decir incluso que es un vaso dilatador.
      Entiendo y comparto parte de tu forma de pensar, pues a mi me ocurre lo mismo, no tolero el maltrato, venga o vaya para dónde sea. No obstante en este artículo expongo más las razones históricas, además del carácter popular, es decir de la afinidad con el valor y la demostración de ello. En castellano, euskera, galego, catalán y bable de toda la vida, los atributos y la estimación de los mismos.
      Gracias de nuevo y bienvenido al debate.

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  3. «Considerando que esos espectáculos en que se corren toros y fieras en el circo o en la plaza pública no tienen nada que ver con la piedad y caridad cristiana, y queriendo abolir tales espectáculos cruentos y vergonzosos, propios no de hombres sino del demonio …… »
    Párrafo extraído de la Bula «DE SALUTIS GREGIS DOMINICI» promulgada por el Papa San Pio V en el año 1567.

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    1. Así fue Antonio, la bula papal por la que a aquellos que fueren muertos en festejos taurinos se les enterraba fuera de los cementerios, algo similar a una excomunión. Este hecho se produjo por los rifirrafes continuos de PIO V con Felipe II. Cuando éste papa falleció y ocupó su lugar Gregorio, se ordenó otra bula para eliminar la del antecesor. No creo que PIO V merezca el título de santo, como tampoco la gran mayoría de ellos, puesto que más que religiosos eran auténticos políticos al servicio de sus país y por supuesto tengo que añadir, a toda la jerarquía eclesiástica que vivía a cuerpo de rey e imponiendo los sus santos criterios por encima de las palabras de Jesús de Nazaret. Solo hay que visitar una de esas hermosas catedrales con salas especiales para obispos y cardenales, ver las joyas que se hacían para lucir su cargo y la miseria que había fuera. Nada tengo en contra de los que llevaron la fe como debía ser, pero sí contra todos aquellos que hicieron negocio a base del sacrificio y martirio de los demás.
      Esto no viene al cuento, pero…, ¡ha salido!
      Gracias por compartir tus conocimientos en este blog.

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  4. Creo que en la vida de todo ser viviente hay dos formas de morir; una con mansedumbre , y otra luchando por la supervivencia. No tengo claros los reproches a la tradicional fiesta taurina. No se si son bien intencionados o meramente argumentos politizados, porque si de defender, según los críticos del maltrato animal, pienso que si de eso se tratara habría que defender con el mismo ahínco por ejemplo, la doma y adiestramiento de equinos, de osos, de homínidos e incluso los canes…, ya que o bien para que nos hagan compañía o para exhibiciones circenses y publicas, a esta lista se les saca de su habitad natural y se les rompe el alma en mil trozos anulándoles la esencia de su ser salvaje. Si es así por que no se les defiende también.
    Personalmente no voy a inmiscuirme en temas de tradición, cultura ni otras zarandajas, por que entiendo que no son más que simples escusas argumentativas que no conducen a nada en concreto
    Por cierto si se me dieran a elegir la forma de morir sin dudarlo me inclinaría por hacerlo luchando por sobrevivir.

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    1. Hola Ignacio:
      Te agradezco sincera y gratamente este comentario, entre otras cosas porque aportas un nuevo valor añadido a todas las partes y efectivamente, puestos a morir, me pasa lo mismo que a ti, que me dejen defenderme y si no puedo quedar libre al menos herir o matar a quien lo intenta conmigo. Ese es el reflejo de la mayor parte del pueblo español y que en mi caso, equiparo con los toros de lidia.
      Gracias de nuevo caballero.

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  5. Muy bien escrito y redactado, bien argumentado, la verdad es que le has dado una visión que no había visto hasta ahora……
    Vaya por delante que me gustan los Toros pero no me gusta la mal llamada Fiesta Nacional…..porque ni es fiesta ni es nacional, ya que no nos gusta a todos…..
    Digo que me gustan los Toros porque me gustan como animales, su seguridad, su aplomo, su figura, en fín, todo…..y me gustan tanto, que también me gusta cocinarlos y comerlos…..pero….no me gusta que sufran…..no me gusta que sufra nadie, ni las personas, ni los animales, ni las plantas…..si, si, las plantas…..recordad los incendios forestales……..
    Bastante sufrimiento hay ya en nuestras vidas sin necesidad y sin posbilidad de evitarlo, como para que nosotros mismos sigamos causando más sufrimiento a cualquier otro ser vivo…..sea el que sea….
    Tienes mucha razón en lo de los mataderos….no es forma de sacrificar a los animales, sobre todo, porque, con los medios actuales, no hay necesidad de causar tanto sufrimiento, no es necesario ni es perdonable, sabiendo que existen otras formas de hacer lo mismo sin causar dolor fisico ni psiquico……si, psiquico, los animales tienen alma y sentimientos, se asustan, se estresan, sufren…..y mucho, gracias a nosotros los humanos……que, por cierto, no somos tan humanos….
    Pero, mientras no se castigue realmente….REALMENTE, a los maltratadores de personas, animales y/o plantas, es como si nada….nos quejamos, se nos oye, se nos lee, pero…..nada…..como vamos a conseguir que no se maltrate a los animales, si se hacen auténticas salvajadas con otras personas…….IMPOSIBLE….

    Lo pintas muy bonito, pero luego, no es tan bonito……no es un enfrentamiento justo ni entre iguales el del Toro y el Torero…no cuando hay miles de personas y unos cuantos en el ruedo en contra de uno solo, el Toro de Lidia…..no tienen las mismas armas…..el Toro solo tiene dos, y las usa para defenderse, no le queda otro remedio…..el Torero y los suyos….cuantas armas tienen??….y de que tamaño??….
    No entiendo mucho de las corridas de toros, pero si sé algo…..sabéis porque se usan las artes (artes??) del Picador y de las banderillas ??….porque si el Toro es muy bravo y muy potente, como debe ser, estas artes le quitan bravura, empuje y fuerza…..se le va con la sangre que le sale por las heridas…..y….esto es un combate entre iguales??….no hombre, no, si realmente quieres enfrentarte al toro…..ten lo que hay que tener, y enfrentate con él en igualdad de condiciones…..sin picadores, sin banderillas…..con tu estoque y tu capa…..y si no quieres, búscate otra forma de ganarte la vida…..

    Por qué no se puede hacer una fiesta con Toros como hacen en Portugal??, los Forçados, no le causan dolor, solo le sujetan, se enfrentan con él sin armas, combaten ó juegan, pero no le causan dolor…..ó los mismos Recortadores, auténticos atletas que se la juegan alrededor del Toro y no le causan ningún dolor…..para mí, tienen más valor que los Toreros y, cobran mucho menos y ganan mucho menos dinero…….

    En fín, que para finalizar, permitidme que INSISTA: MIENTRAS NO SE CASTIGUE REAL Y SERIAMENTE CUALQUIER FORMA DE MALTRATO A LOS SERES VIVOS, PERSONAS, ANIMALES Y PLANTAS, NO HABRÁ REMEDIO.

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    1. Estimado Antonio:
      Si algo me gusta es tu tesón y el énfasis que le pones a la defensa de los animales, plantas …, y a los derechos, ¡con el corazón en la mano!
      Me la has colocado con amor y dulzura en la entrada, que así duele menos, pues sabido es que no es lo mismo que te de por detrás un antipático, a uno que es simpático, porque del primero te acuerdas de todos sus santos y del segundo, lo único que puedes decir, es…, ¡hostias!, que me la colocó sin darme cuenta. 😉
      Amén de la broma, que espero sepas encajar y te arranque una sonrisa, creo que en cierta medida tienes mucha razón, ¡pero te juro por lo que tu quieras y que nada tenga que ver con los que yo conozco!, que en otras…, ¡no!
      El toro es el reflejo de los españoles, ¡ojo!, ¡es mi opinión!, personas que cuando toman una decisión, tiran hacia delante , haya muro, picas, banderillas, caballos, tanques ¡o la madre que los parió!, un reflejo de soldados benditos de Dios, ¡que nada tiene que ver con la religión!, dispuestos a lo que sea cuando toman una determinación, ¡eso son los toros!
      Si yo fuera uno de ellos y saltaran por encima de mí, me sentaría fatal, porque consideraría el hecho como sorna, es decir y en castellano de la profunda España, una falta de respeto hacia mi honor.
      Son en torno a los 700 kilos de media lo que pesan los animales, el equivalente a 8 hombres dispuestos a matar al que le ha tirado el pañuelo o el guante a la cara. Hay que restarle algo de fuerzas porque de lo contrario, el rival no tiene ninguna posibilidad, es una lucha uno a uno, dos astas de cuarenta a cincuenta centímetros, frente a un delgado humano que tiene un estoque y un paño grande de color rojo para dirigir la contienda. El toro siempre tira hacia delante, sea muro, caballo, picador, banderillero, torero, burladero y hasta incluso en muchas ocasiones, el tendido. Es la lucha entre dos, dos soldados cara a cara, en el que uno puede quedar libre, ¡es su premio!, el otro cobra por ello, pero tarde o temprano siempre le llega la fatal, ¡la cornada!
      Ya he comentado que no me gustan las corridas de toros, y si alguna vez tengo la suerte de conocerte en persona, te contaré algunas anécdotas y sabrás por qué.
      Cuando veo los reportajes de las maneras en las que mueren los animales en el matadero, ¡créeme!, el corazón se me encoje, no lo soporto, de hecho y si te sirve de consuelo, no quiero ver ninguno más, porque al final, terminaré alimentándome del aire. Dígote esto, porque también soy un enamorado del campo, aún no me responden las plantas y los árboles cuando les hablo, ni las setas, de las que disfruto en más de treinta variedades que conozco y ¡cómo!, pero creo…, sinceramente…, que es porque aún no he conseguido el éxtasis de un buen armada cigarrillo.
      Que vuestra merced lo disfrute, pero lo que dices que no es fiesta nacional, ¡sí lo es! Lamentablemente los políticos, que son peores que todas las corridas, ¡a las de toro me refiero!, noruegos y finlandeses, daneses, que sacrifican delfines, focas…, a diestro y siniestro, pero que luego callan como cabrones y se ocultan detrás del tupido velo de la defensa de los animales.
      Lo siento, como verás, seré como soy, pero siempre muy franco en uno y otro lado, porque lo que sí puedo asegurarte y puedes poner la mano en el fuego sin miedo a quemarte, es que siempre soy sincero, a gusto unas veces de unos y al gusto de otros.
      Un fuerte abrazo que bien te lo mereces.

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      1. Gracias por responder…..no me molesta la broma, faltaría más….yo soy muy bromista, la risa alarga la vida, la propia y las de tu entorno….así que, no hay problema…..

        Respecto a lo de los mataderos, estamos de acuerdo…. y, por olvido ó, quizás, las prisas en contestar, no hablé de los mataderos de los peleteros…..los matarifes son auténticos psicópatas, asesinos y sádicos…..he visto vídeos, miento……he empezado a ver vídeos que no he podido terminar…..me daba asco de ser humano, pena de nuestras víctimas animales y rabia, mucha rabia por no poder evitar esas matanzas……no nos engañemos…..no las podemos evitar actualmente…..quizás en un futuro, reeducando a nuestros descendientes, se pueda, pero, ahora, es imposible…..solo me quedaba llorar…..llorar por ser como somos y causar tantísimo sufrimiento innecesario…….

        También estamos de acuerdo en otras cosas…….los políticos cabrones…..que, aunque no todos, sí la mayoría; los países que nos quieren «enseñar a ser civilizados» y luego ellos hacen salvajadas increíbles…..

        Sin embargo no puedo estar de acuerdo contigo en que si desaparecen los Toros, desaparecerá el carácter luchador de los españoles……para nada, nuestro carácter va con nosotros, en nuestro ADN, en nuestra educación, en nuestra vida……no, amigo, no…..a mí no me gustan las corridas de toros y yo no paro de luchar, a diario, muchas veces no sirve para nada, pero otras muchas si……así es la vida…..

        Tampoco estoy de acuerdo en que no deben entrar al coso los dos animales solos, Toro y Torero…..pues sí…..teniendo en cuenta que el Toro no entra, sino que le meten…..no tiene opción, el Torero sí la tiene…..si quiere entra, si no, no……..así que, si no le interesa la lucha entre iguales, que no entre y así, de paso, el Toro se salva……

        Toros de 600 y pico kilos…..bien…..pues que los cojan más pequeños, pero no me cojas un animal maravilloso para torturarle y martirizarle por ser como es y tener una fuerza física intrínseca, que no puede evitar…..

        También se me olvidó comentar antes sobre los indultos a los Toros……no creo que llegue al 1% del total de animales, los Toros que salen indultados……no, lo siento, eso no me vale……

        Sigo pensando que los Recortes o el estilo Portugués puede ser una solución alternativa a las Corridas de Toros como las conocemos….

        En fín, amigo, un placer debatir contigo este asunto…..el debate es constructivo para todas las partes, aunque no se llegue a un acuerdo,……enriquece y abre nuevas puertas al razonamiento……siempre que sea un debate respetuoso y educado, como creo que es este nuestro…..

        Ya habrás observado que no soy del grupejo ese de los «podemos», sin entrar en política, me considero «razonable»….sea de quien sea la idea, si es buena, es buena, y si no lo es, pues…..no lo es….no te parece??….

        Otro abrazo para tí y encantado de hablar contigo…..Saludos cordiales.

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  6. España está empapada de sangre de toreros y de toros, aunque no ya de caballos, por fortuna, y a la inmensa mayoría de las multitudes les embriaga ese trágico y bárbaro olor. Debería, en razón de la ineficacia, abandonar la pluma en el tintero. Pero el amor a mi Patria y el derecho a opinar me lo vedan. Además hay muchos españoles que piensan como yo. Y que acaso como a mí –¡terribles paradojas de la vida!– les guste en toda su salvaje belleza lo que en el fondo de nuestras conciencias y nuestros corazones reprobamos.
    Yo no sé si la llamada decadencia histórica española empieza en Rocroy o, anteriormente, con el desastre de la Invencible. Tengo mis dudas a ese respecto de carácter militar y político. Creo, ciñéndome siempre a esa doble faceta del reinado de los Austrias que se trató de un proceso natural de desfallecimiento Por hipertrofia territorial y por desgaste de los recortes del Poder. Ello aparte, claro, de la ofensiva infatigable y solapada de nuestros seculares enemigos de fuera.
    Lo cierto, lo que no admite duda es el paralelismo de las grandes desgracias nacionales, a lo largo del siglo XIX y parte del XX, con el auge y la exaltación de la fiesta taurina: lo que tantos llaman con perjuicio y ligereza, la fiesta nacional española. Lo que era ejercicio de caballeros, «deporte» de minorías, pasatiempo censurable –pero relativamente espaciado y «dignificado»–, se convierte bajo Carlos IV y sucesivos monarcas y gobernantes en un espectáculo profesionalizado de masas, que embrutece y endurece al pueblo hasta los mayores extremos de crueldad. Incluso una de las matanzas de frailes, en Barcelona, tiene lugar, a la salida de una corrida de toros, por parte de los espectadores más indignados con el pésimo resultado de la lidia. Eso sin contar la Indiferencia del público de la plaza de Madrid cuando en el 98 se corre por los tendidos la voz del hundimiento de nuestra Escuadra en Santiago de Cuba, frente al enemigo, en un sacrificio tan heroico como estéril: alguien, pide la suspensión del festejo pero la petición es abucheada y rechazada casi unánimemente. Cosa que no ha sucedido por cierto, en otras ocasiones, alguna muy reciente, cuando la víctima mortal es nada menos que un lidiador, es decir, un hombre que se juega la vida por ganar dinero y aplausos; por hacer sufrir a un animal –con mucho arte y mucho valor, como mandan los cánones– y por ofrecer a propios y extraños un espectáculo sangriento, «viril», cantado con pasión por los poetas y glosado, a veces, con tolerancia por los filósofos. Al lado de eso, ¿qué importaban aquellos marinos inmolados al servicio de la Patria? Matar por placer y por dar a los demás el placer de ver correr la sangre de una pobre bestia alanceada, banderilleada y estoqueada –una bestia criada y «educada» para enfrentarse con el hombre– es lo que vale, lo que se estima, lo que endiosa y lo que hace millonarios a muchos jovenzuelos. Si «el espada», «el maestro» o cualquier humilde peón resultan heridos la emoción sube la temperatura y se revaloriza “moralmente” –digámoslo así– el precio de la localidad. Si es la muerte lo que corona la «faena», ¡bendita oportunidad para las líricas plumas plañideras de tan funestos aconteceres! Habrá panegíricos, coronas, versos, discursos, pasodobles y hasta puede que estatuas. El entierro será más nutrido en calidad y cantidad que el de un científico, que el de un artista, que el de un benefactor de esta humanidad inhumana y absurda. A las pruebas me remito: compárense los sepelios de Joselito y Galdós. En el de este último, no tan numeroso como el precedente, comentó en voz alta, escandalizado, un transeúnte con atuendo de albañil: «¡Qué barbaridad! ¡Cuánta gente y cuántos honores!…!Ni que se tratase de un torero!.
    El ruedo es un bullicioso matadero colorista, una nueva edición de aquellos circos romanos que vituperamos tanto, una sucia y alegre carnicería, donde el asesino que muchos llevan en el subconsciente se desahoga ante la visión de la carne rasgada de un ser que siente y que padece, sea hombre o animal, contemplando con morbosa complacencia la agonía cornúpeta.
    Se trata de una horrible mueca celtibérica de la muerte más estúpida y gratuita. Detrás del deslumbrante oropel aparece, la verdad descarnada y trágica. Una verdad que los necios, los exaltados y los ignorantes quieren identificar con España.
    Somos un pueblo culto, civilizado y civilizador. Un pueblo que será perfecto del todo el día que suprima para siempre la «fiesta nacional».

    José Baró Quesada

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    1. Muy bueno el artículo del abuelo, Don Fernando, pero como siempre en la vida cada uno tiene un punto de vista. Sabes y creo que te lo he contado en alguna ocasión, que no soy amante de los toros, más puedo decirte que ni piso plaza, ni los veo televisión.
      Quizás el haber tenido un abuelo apoderado y taurino y haber sufrido tres corridas una en Baños de Montemayor y dos en las Ventas de su mano y en edades muy jóvenes, me quitaron las ganas. Si no recuerdo mal y por lo que he oído y leído algo, los toros son anteriores a Carlos I, muy anteriores. Tal y como me decía una amiga ayer mismo por la mañana y a la que tengo en un alto grado de consideración como historiadora que es y como persona. No obstante y con vuestra venia, sigo en mis trece, porque lo que en este artículo se discute con varios puntos. El primero es la identificación de la fiesta nacional, ¡mal te pese!, con el carácter indómito y guerrero del español.
      En segunda instancia la noble muerte, y me duele decirlo así, pero es como yo lo siento, pues si he de morir, que sea defendiendo mi vida, mirando a mi rival, luchando hasta el final y por supuesto, intentando matar al que lo intenta conmigo. Es cruel, y te entiendo, pero es parte de nuestra historia, a pesar de que el siempre grande Don José Baró Quesada tuviera aversión a este noble arte.
      Como paradoja que es, puesto que se llama nobleza al arte de la muerte a uno u otro lado, no puedo decir que no sea un inhumano, pero sigue siendo un acto de valentía, destreza y poder ponerse delante de uno de esos astados.
      Por último quiero resaltar que sí es parte de nuestra historia, y mucho más, puesto que nos refleja como somos, guste a unos y disguste a otros.
      Un fuerte abrazo y gracias miles por haber colgado este maravilloso artículo taurino, del que estoy seguro tuvo que quemar las manos de muchos, ¡al periódico me refiero!

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      1. Si. Ciertamente fue un articulo polémico que levantó ampollas. Se publicó en ABC en 1964 y mi abuelo tuvo amenazas de muerte telefónicas, de algunos energúmenos, tanto en la redacción de ABC como en su domicilio. Hubo debates en la radio de taurinos y antitaurinos. Le tildaban de antiespañol y otra serie de perlas que prefiero no mencionar. José Baró Quesada ni se inmutó por todo aquello, su filosofía de vida siempre fue: «Etiam si omnes, ego non».

        Fernando José Baró

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  7. Efectivamente amigos, las corridas de toros forman parte de Nuestra Historia, ignoro desde cuando…….quizás desde siempre…..pero…no estamos al principio de Nuestra Historia…….el hombre, la sociedad, todo evoluciona……..porqué no evolucionan las corridas de Toros??….

    En fín, esto no tiene fín, hay argumentos a favor y en contra, es un debate sin final, en el que el único que siempre pierde es el Toro, un hermoso animal cuya única culpa es ser bello, poderoso y entrar a un trapo que le pongan, aunque en ello le vaya la vida…….

    Cierto también lo dicho sobre la dureza de las pelotas de ese Señor Abuelo que no conocía, y yo añado que…..también debían ser de un tamaño superior al de la mayoría…..

    SALUDOS PARA TODOS.

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    1. Cuestión de puntos de vista. Las corridas desaparecerán con el tiempo, es de Ley, pero mientras sean utilizadas políticamente por quienes lo único que pretenden es borrar el carácter de los nacidos en esta nación, no será posible y por supuesto, no contarán con mi venia.
      Por otra parte, fíjate cuantos comentarios sólidos y bien escritos hay este artículo. El día que publique uno sobre las penurias, miserias, muerte y las personas que no tienen medios en África, por decir algo, seguro que con mucha suerte habrá uno, o un par de ellos.
      En cuanto a Don José Baró, puedo decirte que llegué a conocerle en vida, y ¡sí!, los tenía muy duros, jajaja. Imaginate en la época de Franco. Le encargan que se haga cargo de la sección taurina en el ABC y la primera crónica, ese artículo. Eso son atributos duros y buen puestos, y lo demás…, Posteriormente fue jefe de prensa de Paquito y luego tras su muerte, de la Casa Real. Una pena que el tiempo se lo haya llevado. Un fuerte abrazo.

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