CAPÍTULO III – COMIENZA EL FORO
Doce la mañana, era la hora acordada para recoger a la bienvenida de allende tierras catalanas y acompañar a tan encantadora visitante a conocer la Feria del Libro de Madrid, la más importante de habla hispana aquí y en el resto de los lares.
Calor como regalo de San Lorenzo, que debiendo haber ganado alguna apuesta con nuestro hermosa satélite nocturna, demostró que cuando le da por enviarnos los rayos directos del astro rey por definición, lo hace con peso, y ¡vaya que si pesaban!, ¡qué calor hizo ese día!
En Atocha estaba doña Loli, esperando y muy guapa, ¡por cierto! Hizo los honores ascendiendo al interior del Capitán Trueno y al Retiro, ¡que son dos horas las que tenemos!
Aparcado el transportador a dos palmos y algo más de la principal puerta, si no se lo creen, pregunten a Ignacio León, de como las gasto con eso de dejar el vehículo lo más próximo posible al punto de cualquier cita. Coloqué la impertinencia que sale de esas máquinas expendedoras por obra y gracias de los ayuntamientos, y a pasear por el interior del famoso e internacional parque que da cobijo a tantísimo libros y escritores desde mayo a junio.
-Hazme una foto. –Solicitó Dolors
De inmediato cámara en mano y adoptando las posturas de los fotógrafos profesionales, cogí el micro zapatófono y ¡clic!, un disparo y otro más, por si acaso se iban por donde les viene al pairo, que nunca se sabe, los chinos que hay dentro de esos aparatos cuando no están de humor te la juegan, y cuando es el día de las risas, te puedes encontrar una broma como una catedral, de manera que ante todo, asegurar que la doncella saliera con el fondo de la cultura universal por excelencia.
Recorrido el largo espacio y parando solo lo justo y necesario en los quiscos de la creatividad por antonomasia, llega la hora más temida, ¡sí!, la del terror de las viandas que necesita el cuerpo para seguir dando botes cual balón por el campo, ¡para ella!, ¡válgame el cielo que así es!, pero como prometió comer, di la oportunidad y allá fuimos, a un sitio que no nombro en esta ocasión, ¡porque no se lo merece!, a ponernos las botas la energía de la vida.
-Ahí, que suele estar lleno de competencia. ¿Te place? –Comenté y pregunté, ¡qué nunca se sabe!
-¿Sí?, me encanta el sitio.
De manera que sentados en una mesa pegada a la puerta, nos trajeron lo primero, ¡la bebida por supuesto!, y luego como no, la película “Pánico al Tenedor”, original de Dolors López, ¡se lo digo yo!
Servidos los platos en la mesa, fijé mis ojos en los suyos indicando que tenía una promesa que cumplir, ¡por supuesto!, ingerir esos manjares de la vida que nos dan la alegría y las penas, cuando salen como el segundo toro al ruedo y no hay quien lo aguante, ¡rediez!, un filete duro como un tormento.
El caso es que dos ensaladas de cogollos de Tudela, ¡no me lo creo!, con bonito del norte, es posible y de segundo para ella, paella, pues eso, paella y la famosa canción, para ti y para ella, ¿recuerdan?, bacalao de la vieja escuela.
Y de pronto, ¡señoras, señores!, nada tiene que ver con las flores, comenzó la función y paladeó el equivalente de la mitad de uno de los cogollos con su hermoso pescado en conserva. Me dejó de piedra, había comido algo, ¡eso es!, ¡olé y olé!
Faltaba la ella, la pa y se la pusieron delante y con dos, como si fueran ¡6 MIURAS 6!, toreó la plaza y la mitad disfrutó. Viendo que había cumplido con su promesa, me quedé satisfecho, había conseguido un imposible, que esa dulzura de mujer comiera algo.
Abonó la dolorosa y nos fuimos a la zona, esa donde dentro de un par de horas y medio jamón más, comenzaría EL PRIMER FORO INTERNACIONAL DE ESCRITORES Y PROFESIONALES AFINES. Por el camino llamé por el comunicador a uno de los ponentes, a Don Juan Antonio Tirado, periodista de reconocido prestigio universal en castellano y escritor, ¡faltaría más! Estuvimos hablando de los problemillas que por el camino nos encontramos cuando publicamos un libro, igual da que sea un ensayo, novela o poemario, para dar a conocer la obra, y ya en aquel momento me puso en antecedentes, ¡sabía lo que decía!
Agotado por la tensión de las semanas previas al acontecimiento, le rogué a mi compañera que me permitiera una siesta de veinte minutos en el coche a la sombra y con el aire acondicionado, que Lorenzo se había tomado las cosas muy en serio ese día y el calor estaba haciendo mella en el alquitrán de las calles.
Cedió a la imperiosa necesidad y a los treinta, ya estaba dispuesto a comerme el mundo, éste y el que viniera, que ancha es Castilla cansado, pero despierto, ¡estrecha!
Un café en uno de los bares que allí había y como nuevo, preparado para lo que surgiera, sin más temor que la respuesta en el escenario y la ausencia de los ilustres invitados por necesidades de remojarse en alguna piscina.
A las 17:30 horas había quedado con Don José Monedero, propietario del establecimiento y como no, patrocinador sin ánimo de lucro del evento, un lugar especializado para estos acontecimientos y otros tantos, que sugiero conozcan, porque el local es de antología de la zarzuela y del cante flamenco, ¡palabra de honor!, vaya sitio, mejor preparado no puede estar.
Un minuto o dos después del tiempo estipulado por ambas partes se presentó. Abrió la cancela y bajamos las escaleras para entrar en el que dentro de un rato, sería una cumbre internacional para la reflexión y búsqueda de innovación con vistas a dar a conocer la literatura a un espectro más amplio del mercado.
La experiencia es la madre de la ciencia, y José Monedero lo demostró In situ, colocando los asientos de cine de tal manera, que el público estuviera cómodo y la misma vez cercano a los ponentes, un detalle vital para asegurar el éxito de un foro abierto, y lo fue. ¡Chapó MONEDERO.TV!
No pudieron estar Antonio Lara ni su hija Amanda en este acto, problemas de salud muy serios de componentes de su familia se lo impidieron, pero WINDOOX.COM se portó como solo lo hacen quienes saben que el cuello está en juego, un club privado de emprendedores, empresas y personas afines, ayudando a dar a conocer un evento literario de forma completamente altruista, ¡olé, olé y olé!
El miedo es libre, ¡lo reconozco!, en especial por el tiempo que había tenido para preparar tan singular acto, ¡once días! desde que Monedero cedió tan cortés y amablemente sus instalaciones, casi al final de la internacional Feria del Libro y además un aforo máximo de 70 personas sentadas, lo que impidió que hiciera una campaña mejor diseñada para impedir sobresaltos y malos entendidos de quienes se pudieran quedar fuera, y 37,5ºC, 99,5ºFahrenheit y 278,15ºKelvin, ¡qué calor!, ¿vendrán los invitados? Con el alma pidiendo paso para salir del cuerpo, iba pasaba el tiempo.
-¡Hostias!, que el sitio está en la travesía, no en Guzmán el Bueno, 55 a ver si no se van a dar cuenta, me voy a la calle. –Les dije a Dolors y José.
En el cruce, cual vigilante con la mano en forma de quien está buscando en el horizonte algo y cubriéndose del sol, pude ver a la primera hornada salida del fuego, Mar Olayo, sus amigas, Fernando Carrasco, Angelito y otros tantos. Cogí aire y comencé a respirar aliviado.
Poco a poco empezó a llegar el resto, un tanto antes de las 19:00 horas, responsables ante tal acontecimiento y puntuales como la madre que los parió, ¡así, así!, ¡así sí!, y me hice la hola yo solito, sin que nadie viera la transición desde el terror a la euforia.
Aún no había llegado, ¡no!, ¡Pánico en el Transiberiano!, ¿recuerdan esa película?, estaba solo en el cine con 12 añetes viendo esa película en el cine, ¡solo!, me escapé sin decir nada a mis padres, y de la misma forma que entré, al cuarto y mitad de la función averigüé, qué es eso de salir por patas, ¡se lo digo yo!, pues así estaba. Otra vez al cruce de Guzmán el Bueno, ¡qué no se yo! con la travesía, inalámbrico al pabellón auditivo y…
-Hola Juan Antonio, ¿vienes?
-Sí, estoy aparcando, me he encontrado un atasco. –Respondió el afamado periodista y escritor.
Y a los cinco minutos, ¡llegó! Mi corazón se situó en su sitio, bajó el ritmo de revoluciones y pa dentro, que va siendo hora.
Indicando estaba los asientos de parte de los protagonistas, ¡qué fueron todos! cuando comenzó a aumentar el flujo de invitados.
-¡Válgame el cielo!, te prometo que me voy a portar muy bien. –Pensé mirando al universo del techo que me separaba del celeste, dando las gracias con devoción, ¡palabra de honor!
Cuarenta y siete, ¡sí!, las personas que acudieron al evento esperando ver la realidad del panorama literario actual, y encontrar una solución que nos permitiera encontrar el filón de la innovación para dar a conocer las obras en las redes y en la calle.
Que aún recuerde, porque muchos de ellos no los conocía, Rafa Gálvez y su amantísima, Agelito, Julio Valencia, Ignacio León, José Antonio González y señora, Jesús Arias; Manuel Montero…
Sentados todos, llamé a Don José, el dueño de la SALA MONEDERO y patrocinador para darle las gracias por tan enorme detalle, pasándole el micrófono sin avisar, ¡cómo me gusta!, todo a golpe de improvisación, que así la monotonía se queda en un rincón. El caballero salió por la puerta grande ofreciendo su espacio para otra ocasión, y me devolvió el sistema da captación de sonidos.
Presenté a los elegidos en el escenario siguiendo el orden de las sillas. Juan Antonio Tirado, Dolors López, Mar Olayo, Ismael Álvarez de Toledo y Gonzalo Moreno, todos con DON, pueden estar seguro de ello. Acabada la exposición al natural de los allí presentes, le tocó el turno al primero de ellos.
-¡Juan Antonio! Creo que no es necesario indicarte que es un auténtico honor tenerte entre los ponentes. Dinos, ¿cómo ves el mercado de literario?, tú no estás en Amazon, sino en iTunes de Apple.
Y comenzó una brillante explicación que a todos nos dejó con la boca abierta, su novela histórica GETTYSBURG 1863 era el fiel reflejo de los libros electrónicos del futuro, ¡pero que él ya ha puesto aquí!, una obra que narra los acontecimientos de la guerra de secesión en EE.UU., pero con unos detalles asombrosos, ¡sí!, ni más ni menos que un libro donde incluso se ven fragmentos en movimiento, ¡perdón!, películas que permiten al lector, introducirse con un realismo sorprendente en la lectura y crónicas de los hechos acaecidos en Gettysburg, ¡mamma mía!, ¡y yo con estos pelos!
Ni qué decirles que la atención de esos minutos en los que nos expuso la máquina del futuro, nadie perdió hilo de su brillante elocución, y es que se nota quién se dedica a comunicar como profesión.
Finalizada la primera fase, incidió en la necesidad de utilizar todos los medios de promoción al alcance para difundir las obras, emisoras de radio, prensa, TV, presentaciones, grandes o pequeñas, todo cuanto se pudiera hacer, y ¡qué gran razón!, la comunicación bien explotada es la mejor herramienta que tenemos para dar a conocer aquello que deseamos, y lo digo con la autoridad que me da la experiencia.
Le tocaba el turno a Dolors López, una reseñadora literaria que está dando mucho que hablar en las redes sociales, en especial por la calidad de sus reseñas y la constante evolución de su blog Laprincesayaseve.
-¡Dolors!, últimamente hemos asistido a algunos debates sobre la necesidad del trabajo que hacéis esas personas, que sin ningún ánimo de lucro, leéis las obras y a vuestra manera, criticáis el trabajo de los escritores, pero sin ir a degüello con los creadores. ¿Cómo se viven esas noticas desde tus zapatos?
Un tanto nerviosa en el primer minuto, hasta que puso el starter del sistema en funcionamiento y arrancó como si lo hiciera todos los días. El público asusta, pero ella ni se inmutó.
De manera que comenzó a dar detalles de su trabajo, ¡excelente!, y eso lo confirmo yo. Nos habló de la dificultad que supone reseñar algo que no está bien escrito o tiene un cúmulo de errores y cómo antes de plasmar lo que ha leído en papel o en su iPad, se pone en contacto con el propietario de los textos para indicarle los problemas que ve, pero no para agredir, sino para ayudar. Un trabajo encomiable y envidiable de quienes como ella, respetan a quienes golpean el teclado o utilizan algo con tinta con una sola ilusión, ¡plasmar lo que les place para los demás!
La labor de los blogueros literarios es imprescindible para dar a conocer y filtrar aquello que vale, de lo que no, pero y esto me encanta, ¿por qué habrían de humillar a quienes lo intentan?, una hermosa cuestión.
-Todos los días ayudo a los escritores a darse a conocer en las redes sociales, unas veces más y otras menos, el tiempo del que dispongo, no me permite seguir abriendo el camino a otros tantos que hay por el camino y la verdad, algunas sorpresas me he llevado con la calidad literaria de quienes se ponen a ello, para lo malo y para lo bueno, pero… ¿quién soy yo para juzgarlos?, un estilo me puede gustar y otros no, y sin embargo el que no me encaje no quiere decir que no lo haga con otros. –Fantástica demostración de la calidad humana de esta valiente persona que en su afán por descubrir a los buenos de las letras, se lo lee todo para dar su punto de vista sin pedir nada a cambio. ¡Olé, olé y olé!
Además y por si fuera poco está su fantástica manera de narrar y por supuesto, sus versos, en su blog los tienen.
Le toca el turno Mar Olayo, activista de la literatura y de otra página donde los autores se dan a conocer, ¡sin ánimo de lucro también!, ¡faltaría más!
-Mar, ¡cuéntanos qué es CINCO PALABRAS!, ¡por favor!
Y se lanzó, ¡sí!, como un miura con dos pares lo hace cuando sale al tendido. Era consciente del tiempo que teníamos para el debate, tan solo dos horas y luego, unas cañas y a conocernos todos mejor, ¡en el mismo sitio!, ¡por supuesto!
-CINCO PALABRAS es una asociación benéfica en la que los escritores que se quieren dar a conocer, simplemente y a través de un juego semanal escriben un relato de menos de cien palabras, pero siguiendo el orden de las cinco palabras que han seleccionado los famosos, algunas veces escritores, otras políticos, artistas, actores, filósofos, en fin, una apuesta con la que llevo tres años y algo más con un solo fin de fondo, ayudar con las donaciones de los socios a quienes de verdad lo necesitan. Cada uno de los que ahí estamos financiamos con 5 € al mes a esas personas que lo han perdido todo o simplemente que no les llega, tanto en España como en Iberoamérica, soy azafata de largas distancias, así que aprovecho las ocasiones para entregar esas donaciones personalmente. ¡Sé que no es mucho!, pero es una manera más de promover la conciencia colectiva de todos.
¡Cómo lo han leído!, y dice qué es poco, ¡la humildad es un lujo de unos pocos!, y ella lo puso sobre el tapete. Ayuda a los autores a darse a conocer, busca socios que colaboren en sus tareas humanitarias, entrega las cantidades personalmente y además se atreve a decir, ¡que no es mucho!, ¡vaya, vaya, vaya tela!, qué lección nos dio ese día a todos los que allí estábamos.
Llegó el turno de Ismael Álvarez de Toledo, ¡buen apellido, ¡vive Dios!, escritor, también periodista y no sé cuántas cosas más, además de una novela que tuvo una repercusión importante, “Diario de una Terrorista” y no es para menos, entre otras cosas, porque entonces trabajaba en los servicios de información, ¡claro está!
-Ismael, ¿qué tal te fue con la promoción de esa novela?
Otro toro, pero esta vez un Victorino dispuesto a dar todo en el ruedo. Cabeza arriba, estirado y…
-Con esta obra no tuve problemas, ya de por sí la repercusión fue un tanto exagerada, quizá me quedé con las ganas de ver cuánto se está vendiendo, pero lo hice con una editorial que no me dice ná. Sé que en el País Vasco ha sido un éxito por las noticias que me llegan, pero nada más. –Se extendió su tiempo correspondiente comentándonos los avatares, aciertos y desaciertos de la publicación, dándonos un punto en cuestión relevante y muy importante, que luego apoyaría sin remisión el último de los participantes y el público en general también. La importancia de las ilustraciones, ¡qué gran razón!, ¡sí señor!, el caballero para dar a conocer su novela se paseaba por la Puerta del Sol, Preciados y demás con la portada hacia fuera, dejando ver claramente el dibujo de la ikurriña y la serpiente de ETA en medio, y claro, aquel que lo veía, se le quedaba la imagen plasmada en sus retinas a una sola ojeada, y eso en Madrid, ¡tela!, la ciudad que más atentados ha sufrido de este país. Hace falta un par y bien apretados, pero el caballero impone.
Faltaba el último tenor para que el pleno del foro se abriera y diera rienda suelta a los oyentes, pero esta vez como participantes, que esa era la idea desde un principio. Todo iba de perlas, habíamos conseguido casi el 70% de aforo en las peores circunstancias y nadie se perdía en el abismo del aburrimiento, ¡todo lo contrario!, ya no había miedos, estaba resultando un exitazo.
-Gonzalo, como artista que eres del mundo de la pintura, ¿cuál es el porcentaje de probabilidades de que un libro sea ojeado a primera vista?, ¿colaboráis con los autores que te contratan las ilustraciones?
¡Vaya corrida, señoras y señores!, cinco pesos pesados y una muleta sin ayuda picadores para agotar a los bravos, hasta el momento todo correcto, entrando al trapo con talento, la única manera de mostrar lo que querían expresar en beneficio de los demás. ¡Cómo debe ser!
-No conozco los datos exactos en términos de porcentaje para cuantificar el éxito de una obra, tampoco el número de personas que pueden llegar a coger un libro para echarle un vistazo gracias a la portada, pero puedes estar seguro que cuando el diseño da con el contexto del contenido y está bien realizado, es muy alto. En cuanto a si ayudamos, ¡por supuesto! y hablo en plural porque nos, somos un equipo que colaboramos en lo que haga falta, nos interesa que llegue trabajo, ¿qué mejor manera que dando a conocer a quienes han confiado en nosotros?
Es de Ley, ¡sí!, ¡pues claro!, no hay mejor manera para fidelizar a un cliente que defendiendo sus propios intereses, ¡voto a bríos que así es!, para muestra El Duque del Altozano, mi propia obra volando de par en par en sus grupos de Facebook y Twitter, de la mano de su compañero Alejandro Vallespín que a punto estaba de entrar en escena desde la audiencia.
-¡Por supuesto!, incluso hemos añadido al mirlo en Arte Militar y Naval. –Hagan juego señores y señoras, ¡hagan juego! He ahí la diferencia entre quienes consideran un cliente como parte de un roll en el que todos deben ir de la mano, y quienes se olvidan del trabajo una vez cobrado y realizado. ¡Olé, olé y olé!
Tengo que añadir además, que para muestra de que lo bien hecho, bien parece, como reza el famoso refrán, llevé el roll-up de la próxima presentación del hidalgo emplumado, ¡pero sin fecha!, ¡un éxito!, como lo leen, allí posó todo el que paseaba para hacerse una fotico, dos o las que se tercien con el Duque mirando de costado.
Quizá tanto Gonzalo como Alejandro no conocieran los datos de la repercusión, pero yo sí, a base de buscar y rebuscar encontré que incluso puede llegar al 90% las personas que viendo ilustraciones, seleccionan unos libros en lugar de otros, tan solo por el mensaje que les llega a primera vista, de manera que aplíquense el cuento, quienes no lo hayan hecho, ¡naturalmente!
Finalizada la intervención de los cinco héroes del PRIMER FORO INTERNACIONAL DE ESCRITORES Y PROFESIONALES AFINES, di el honor a quienes quisieran aportar algo con unas palabras previas de innovación, tal vez y con un poco de suerte cantara un ruiseñor.
Primero puse sobre le mesa cuatro puntos en los que esta pluma ha innovado en las sociales redes.
-Veréis, hoy estamos intentando buscar alternativas innovadoras que nos permitan captar más lectores, de la misma manera que diferenciarnos de los demás, a mí no me ha ido mal y lo hice en cuatro puntos. Actualicé las formas de escribir del siglo de oro hasta Zorrilla y compañía, el punto de partida. En lugar de una novela, hice una serie de diez capítulos cortos, segunda diferencia, utilicé personajes reales, con su consentimiento, ¡por supuesto!, para cada uno de esos fragmentos, tercera de las novedades y además, creé una manera de conseguir patrocinadores que me ayudaran a dar a conocer el invento, el último punto, ¡y funcionó!, puesto que no creo que haya muchos blogs de un escritore, en el que solo publique él, que sean capaces de recibir en un fin de semana mil visitas. Así que pongamos nuestras células grises a funcionar y que venga una lluvia de ideas.
Cierto es todo, y que también mucho tiempo me costó encontrar el primer reseñador, pues vender, lo que se dice vender, ¡ná de ná!, tuve la suerte de conocer a Thelma de Escritorio del Búho, Ciudad de Tinta, ¡voilé!, el primero que se dio cuenta que no era una novela a la usanza, sino al viejo estilo de los pasquines de Dumas y otros tantos, así lo definió, a Dolors López y posteriormente a Algunos Libros Buenos, ellos lanzaron al mirlo al vuelo.
Lanzada la idea, solo quedaba que empezara el primero, otro valiente a la arena.
¡Y lo hizo!, José Antonio González, alias, “Raziel y el Despertar” abrió el debate dando un toque mágico al evento, ¡pero sin ouija!, palabra de mirlo! Las cosas iban viento en popa, tan solo fue necesario moderar en una ocasión para evitar que el tema en cuestión se fuera por otros lares y el caballero de la tabla dio otro ejemplo de humildad y razón hablando de realidades en las redes sociales.
-¡Las fotos!, cuando nos ayudamos los unos a los otros en Twitter o Facebook, siempre corren las mismas imágenes. –Primer punto en el que dio de lleno en el blanco y prosiguió. –Sin embargo un texto corto que hable e indique de que va la novela ayuda a dar a conocer la obra. –Otro tanto para el hidalgo, pero con mayúsculas, bien que se lo merece.
Efectivamente, uno de los problemas que tenemos entre los competidores que nos apoyamos, ¡que lo somos!, pero que vamos de la mano colaborando por el propio beneficio pero como resultante del común, tenía tanto razón como la más grande de las catedrales. Una imagen, siempre la misma corriendo sin parar no vale para nada, únicamente para que el que la ve, acabe hasta las narices de lo mismo. Sin embargo, un pequeño mensaje ayuda lo que no está escrito, textos cortos que digan algo e inciten a adquirir el libro que tanto queremos vender, ¡sí señor!, otro ¡olé, olé y olé!, algo con lo que yo mismo llevo luchando desde que comencé a investigar las redes sociales y que sin embargo, se sigue haciendo con tanta frecuencia que asusta. Cuando es el consciente el que escucha, oyes un 15% de lo que se le dice, sin embargo cuando es el subconsciente el que siente, la cabeza se abre al 100%. Siempre es mejor preguntar que afirmar.
Por allí andaba nuestro enviado especial y reportero gráfico Don Jesús Arias Ruíz, un profesional como la copa de un pino en los menesteres y asuntos de la enseñanza del teatro infantil y juvenil, haciendo correr el carrete de su cámara recién llegada del Tokio de los nipones, ¡clic, clic, clic!, ¡toma ya!, ¡te pillé!, inmortalizando las jugadas en el terreno de juego.
Y en estas que entró la Atlántida de Paulino Zamarro, ¡tela!, casi nos coloca allí mismo todos los libros y las próximas ediciones de su descubrimiento y las Leyendas de Segovia, su último trabajo. Se aferró al micrófono como si fuera la última vez, o simplemente aquello fuera un juguete sexual, tanto que tuve que intervenir a moderar.
-¡Paulino, caballero!, que es un foro en el que estamos intentando buscar las maneras de innovar para hacer llegar la literatura donde hoy no es posible. –Soltó la zanahoria y seguimos con la cuestión.
Por el fondo este pedían la vez, una señorita o señora, ¡no lo sé!, que quería dar su opinión, me acerqué mientras en el estrado seguían dando opiniones muy interesantes y lo cogió, ¡pero que no, que no!, que no hablaba la doncella, se mantenía aferrada al aparato sin decir ni mu.
-¡Habla!, que tienes que ser tú quien pregunte o de su punto de vista. ¡Y que no, que no había manera!, y de pronto otra vez el descubridor del país desaparecido milenios ha, que no le hace falta el micrófono, ¡tela!
-¡Pero mujer!, que tienes que entrar en escena. –Viendo que era imposible volví a moderar y pasé el comunicador a su compañera y ésta sí que tomó la iniciativa, dándonos a entender que ella quería que leyeran sus obras pero sin promocionar y ahí entró a saco Juan Luis, ¡era de prever!
-Eso está muy bien, pero… ¿cómo quieres que te lean si no te das a conocer?, he ahí la cuestión.
Habíamos pasado unos minutos de las dos horas acordadas, desde la sala de máquinas electrónicas de aquel fantástico sitio me llegaban los avisos, no quería cortar el debate, pero un acuerdo está hecho para cumplirlo, de manera que pedí disculpas e invité a pasar a la otra sala, allí había una barra donde podríamos seguir con la charla acompañados de unas cervezas, refrescos o un pelotazo, a cada cual lo que más convenga.
Pasamos un buen rato, Juan Antonio explicándonos mejor cómo funcionaba un libro electrónico de verdad. Mar Olayo tan contenta que irradiaba felicidad por todos sus poros. Gonzalo y Alejandro hablando con María Alonso, historiadora de la guerra civil. Manuel Montero, un gran amigo y profesional también de la comunicación dándole al clic, clic, clic, Jesús que se tiene que ir, foticos frente al roll-up del Duque, ¡vaya pájaro que está hecho!, y poco a poco se va vaciando el excelente lugar, a eso de la 01:00 de la noche, hora de Paris, Ignacio León me acompaña para llevar a ¡la Princesasevió muy bien! a su hotel. Nos despedimos de aquel equipo maravilloso que nos dio la oportunidad y al Capitán Trueno, que aún quedaba ir a la histórica zona de los Austrias, despedirnos de Loli, Doña Dolores, ¡perdón!, que salía a las 6:30 horas, en pájaro deslizante hacia su Barcelona natal, acercar al León que escoraba a babor y estribor a los Alcorcojones y como no, llegar hasta los Ciempozuelos de Dios.
Llegamos a la zona prefijada como punto de desembarco de la guerrera, e Ignacio que tiene más marcha que todos los tercios de Mahou, así que buscamos una de esas calles en las que hay aparcamiento en el corazón de la capital, porque el Capitán tiene convenio con todas las plazas de éste país, y si no que se lo cuenten al Dragón, nos tomamos la penúltima, y llegó el momento. Abrazos, y besos por doquier y… ¡adiós Dolors!, ha sido fantástico tenerte por estos lares.
Cara nostálgica en el trío de copas y un ciao sin mirar hacia atrás.
No se que decir después de haber leído la crónica, ya que al ser tan detallada y minuciosamente descrita poco o nada se puede añadir. Solo darte la enhorabuena por esta brillantísima exposición.
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Gracias caballero.
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