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¡Sí!, vaya día el de ayer y la mañana de hoy, cuando la luna se pone a nuestro favor, te da todo su amor con fervor, ¡qué maravilla! 10 y un MIL, ¡DIEZ MIL! visitas que éste blog ha alcanzado en menos de dos años, o mejor dicho a falta de un mes y algo para que se sumen los 730 días o las 25,61 lunas cascabeleras.

Cierto es que hace tres o cuatro meses WordPress me envió una serie de mensajes avisando que ya tenía mucha información colgada, por lo que tendría que pasar al siguiente paso, abonar lo que toca y hay, y como es de Ley, esta pluma que tiene mucho que ver con “Don sin Din, Duque en latín”, tuvo que eliminar unos cuantos artículos del muestrario, de manera que perdí cerca del par de miles de visitas.

Hoy 15 de agosto por fin he llegado a la primera posada del horizonte y con buenas noticias, cada vez son más quienes entran y leen prácticamente todo lo que hay publicado, y eso ¡me place!, ¡vive Dios que sí!

Las visitas han aumentado de forma cuantiosa en EE.UU., Argentina, Chile y México, buenas noticias que además quiero compartir con otra sorpresa de ayer, en esta ocasión por ese austero, fiero, malote, romántico, bien versado y caballero mirlo blanco que se pasea por las redes marcando pico y mala leche, al Duque del Altozano me refiero, que ayer y sin darme cuenta, llegó al 92 del TOP de Acción y Aventura, ¡que no es fácil!, en especial porque no está en el concurso de Amazon y sin embargo ahí se colocó de picos pardos.

Pero todo esto no sería posible sin los seguidores y compañeros de pluma y tinta que me ayudan a dar a conocer, al unas cuantas veces tatarabuelo de Don Juan Tenorio y Casanova, por ello y en agradecimiento, ¡GRACIAS! a todas esas personas que contribuyen acercando y dando a conocer la literatura de los autores que se arriesgan a escribir, porque así se lo dicta el corazón, ¡no sé cual de ellos!, para hacer disfrutar de las irrealidades, realidades, historia, ciencia y paradojas de la vida a quienes quieren vivir los sueños que plasmamos a base de teclas, pluma, tinta, amor, pasión y sudor, ¡sin ellos!, no nos comeríamos un colín, ¡no lo digo yo!

Un besazo enorme para ellas y un fuerte abrazo para los dones, que no se diga que esta pluma no aprieta corazones. 😉