Por imaginación e innovación comienzan los grandes. Da igual el sector, ya puede ser medicina, electrónica, física, peluquería, coctelería o restauración… Es el algoritmo de la inteligencia, álgebra del conocimiento, el mejor de todos los teoremas. De ahí parten los grandes secretos que hoy nos permiten vivir tanto tiempo o simplemente disfrutar de otros placeres y sabores.
Este es mi particular homenaje a quien por costumbre, tiene crear algo nuevo y ponerlo en marcha. Novedades para destacar entre el resto y cómo no, marcar las pautas y el camino de quien sabe ver las luces en los senderos.
A Manuel “Manolo” por estas tierras, le conozco desde el pasado año. Un personaje peculiar, de poca palabra pero de buen oído, particularidad básica para observar y saber esperar el momento y responder con lógica en el instante preciso.
El pasado verano me acerqué a disfrutar en varias ocasiones de sus cervezas y aperitivos y me enamoré del sitio por muchos y diversos motivos. Uno de ellos son sus tapas a la carta. He probado unas cuantas, hasta la fecha todas excelentes, pero a mi manera de ver las cosas hay una que destaca sobre todas, el burrito. Jugoso, bien relleno y multitud de sabores dispuestos a darte esos minutos de silencio para el recuerdo.
Me acordaba a menudo de esas cervecitas en su terraza. Vistas las ganas, aproveché esta pasada semana, el viernes para ser concreto, para hacer unas gestiones en Parla y me acercarme por allí, pero en esta ocasión, a probar su menú del día, uno de esos tan baratos que das por hecho dos cosas: la primera, será el hambre para después y en segundo término, la calidad de las viandas. Pues bien, me llevé la sorpresa, de nuevo me encontré un sitio donde el precio es 6,50€ con un primero, segundo, bebida y postre o café, está fenomenal. Cuando estas experiencias las vivo, pongo remedio al asunto indicando esos puntos donde puedes ir tranquilo, comer y disfrutar de la ocasión.
Una buena ensalada, bien surtida, sabrosa y pollo empanado a su estilo, en tacos, ¡riquísimo! y nada para el postre, no había sitio en mi depósito para más. Un café expreso y a volar, no podía faltar y todo por 6,50 €.
Ese Jardy ya me había embrujado tiempo atrás, qué les puedo decir ahora, tan solo, queridas amigas y amigos, ¿quizá un merece la pena?, ¡no, no y no!, quise decir… ¡Recomiendo la calle Alfonso X el Sabio!, buena ubicación para este restaurante, tapería y cervecería donde el amor por los demás está en cada rincón. Jandry se llama el culpable.
No les digo ná cuando llegue el verano y suene la trompeta, ¡lo viví en dos ocasiones! Tres minutos, tan solo tres, para llenar tu copa o jarra de cerveza a cargo de los bolsillos de Manuel y su Jandry.
¡Enhorabuena, caballero! Chapó por saber emprender y crear y no puede faltar desde corazón de un creativo, ¡chapó por arriesgar!
Chapó a ese Jandry de Parla, el de la calle del Rey Sabio.
De solo pensar en todo eso ya me dió hambre! Que bárbaro, seguro pronto iré con una amiga 🌟 se nos conceda ese viaje pronto
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bueno, bueno, bueno. Si es así, Gabriela, será un placer acompañaros. Un enorme y fuerte abrazo!
Me gustaMe gusta