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Burubup, burubup, burubup
-Catedrales coge el teléfono, mi amorcito, hoy…, te necesito. –La Ensánchez
-¿Mande?, he tenido que dejar mis deberes maritales, cariñito. ¿Qué se cuece? -La catedrales
-Flor de loto… barrunta galerna en la calle, necesito un poco de distracción, o nos cepilla…, la pública opinión.
-Me pongo con ello, camarada, es tan simple como soltar unas bombas fétidas de humo combinadas. ¿Os sirve el Rey y se lo digo a la Colau?
-¿A la Colador? Fantástico.
Y así pasó. Su tribu bien organizada y asalariada…, comenzó con la cacerolada. Tan fuerte fue el revolcón, que incluso monárquicos, socialdemócratas, centristas y derechistas apoyaron la nueva revolución, sin darse cuenta, que no era más que una estrategia urdida para desviar la atención.
Pero para ello estamos nosotros, españoles de a pelo en pecho descubriendo las maniobras de quien a base de Retuerka y otras emisiones, nos quieren dejar sin el valor real de las informaciones.
Dicen de dos ambulancias con santo y seña del conductor situadas en la puerta del casoplón, y al rato…, la tuerka se pone en marcha y lo da por un bulo como un camión, y yo me pregunto…, queridos y amadas radioyentes, ¿quién tendrá la razón?
Dos veces se ha saltado la cuarentena el desgraciado,
y no será la última, a él todo le va de lado.
El Gafe trae con cariño de la mano
Iglesias, Colau y su séquito bien pagado.
Republicano dice ser su credo,
y lo es, como el de la China de antaño
la Rusia del muro, Cuba, Venezuela
o la Korea del rebaño.
En este país no hay más gafe
que los abanderados
del rojo, amarillo y morado,
en todas las ocasiones
nos trajo la muerte de su lado.
En este intento, nos viene de otra manera
con fiebres, tos y miles de esquelas
no hay mejor forma
para someter al pueblo a base de alfalfa en la cena
zanahorias en la comida
y al desayuno…, dentera.
En estas Españas las repúblicas nada traen bueno,
salvo el hambre, miseria, sangre y falta de centeno,
y el gentío se mueve en contra de la corona
sin saber que sin ella, nuestra Iberia…, se muere y desmorona.