¡¡¡Feliz, feliz Navidad de la Esperanza!!!

Corren los pastores de la ilusión, buscan a todos los niños para dar vida a la Navidad. Los mayores asoman sonrisas en los balcones, son ellos, nuestros hijos quienes traen las buenas nuevas, amor, paz, salud y felicidad.

Resuenan tamboriles, zambombas, panderetas, acompañan a los churumbeles cantando villancicos con alborozo. Mazapanes, turrones, piñones y bombones caen del cielo para el esperado acontecimiento.

La fiesta dentro, en cada hogar, de manera diferente, con el temor por diente en unas fechas dignas de amar, pero ahí estamos, en medio de la hermandad con besos sin espinas en cada esquina. No hay contacto, sin embargo, se palpa el tacto, vuelan por doquier dando el cántico de la solidaridad a quien lo desea ver.

Acaba un año de tiempos complejos vividos en el silencio de Soledad. Son los susurros de nuevos tiempos, el cambio de la estación en el fuero de los ecos, sonidos al amparo de nuestro alma y pecho, donde el dolor aflige por momentos.

Llegan susurros, es la esperanza, llena corazones. Júpiter y Saturno engalanan con gloria el firmamento, el cielo enciende sus candiles, alumbran mar y tierra para traernos el principio del final con la misma estrella, faro en el horizonte para todos los marineros.

Un barco se divisa por oriente, lleva dicha y ventura en los paños. Desde la cesta del palo mayor saludan, el carajo de la vela se enciende, de ahí prende una estela, vuela sobre todas nuestras cabezas. Detrás, al final de la cola lleva un mensaje. En la distancia no se percibe, a medida que se acerca se aprecian los fuegos artificiales y en la coletilla rezan:

¡¡¡FELIZ, FELIZ NAVIDAD DE LA ESPERANZA, SALUD, AMOR, PAZ Y LIBERTAD!!!