Y una vez metido, nada de lo prometido. Tal cual los políticos que tenemos en el gobierno actual, no solo evitan cumplir con sus promesas, además tienen la desfachatez de modificar una Ley de 1882, ya complicada para encarcelar a los políticos corruptos gracias a los aforamientos, sino que ahora la justicia será aún más compleja y enrevesada para encarcelar a los chorizos, maleantes, rufianes, traidores y vejadores de sus funciones.
Han tocado en su favor La Ley de Enjuiciamiento Criminal, así es, señoras, señores, señoritas, señoritos y gentes de cualquier vivir. Ahora y antes de dar su merecida receta a quien la merece, llevándole entre cuatro paredes estrechas durante un largo tiempo, los jueces deberán estudiar y evaluar las consecuencias que conllevarían si un chorizo, delincuente, desleal, felón o judas, está durante un tiempo sin ejercer sus funciones como gobernante, menestro, concejal y a saber.
¡Por Manteca del embutido rancio!, ¿pero esto qué es? No se alarmen, es otra de las milongas del gobierno democrático de su majestad Sánchez, hechas a la medida de sus congéneres. Ya saben, aquí no pisa la cárcel un sinvergüenza si ha conseguido llegar a ser político.
La desfachatez y falta de respeto a este pueblo es brutal, tanto como el miedo de quienes saben, cómo están haciendo las cosas para acabar delante de un tribunal ejemplar.
Necesitamos menos políticos, pues nos colocan casi el doble, amen de una Ley para castigar con más dureza la corrupción, y ahí la tienen, todo lo contrario.
Ya no es que prometan y no cumplan, no, además se ríen de todos y cada uno de los españoles haciendo lo que les viene en gana, y así no vamos por el camino adecuado, sino por el sendero de la carta blanca para alcaldes, concejales, diputados, ministros, gobernantes y otros cargos, del pueblo más solidario de este planeta.
Creo que debemos poner el grito en el cielo para evitar que las leyes se hagan y deshagan en favor de quienes ocupan cargos hechos para llevar el timón de nuestros barcos, de lo contrario, y lean despacio, «si seguimos sin quejarnos como mandan nuestros cánones, serán galeras a la vieja usanza, trirremes con remos, para que tiremos nosotros a base de látigo».
Un comentario en “«Prometer hasta meter…»”