Ayer domingo pudimos ver hasta qué punto pueden llegar los políticos para manejar a sus anchas a quien cree en ellos. Una imagen perfecta del panorama actualidad que refleja ni más ni menos la realidad del que no escucha y solo atiende en una sola dirección.
Llamamientos a los anárquicos y supuestos anarquistas de todo el mundo. Una proeza en comunicación, he de reconocerlo. Miles de personas de todas las partes del planeta defendiendo el desconocimiento como si la vida les fuera en ello y llenando las calles de Barcelona y otras grandes ciudades de la senyera.
No es que se viera venir, ¡no!, estaba cantado qué ocurriría si los mossos de escuadra no acudían al trabajo que se les había encomendado. Ordenes del Tribunal Constitucional de Cataluña y de su ministerio, ¡ojo!, esas sabrosas nóminas tan altamente remuneradas con respecto a sus homólogos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, las abonamos nosotros, los españolitos de a pie. Estos dos últimos cuerpos, en mayúscula, bien se lo merecen después de haber aguantado con proeza y sorpresa, cómo muchos padres ponían delante a sus hijos, o estos colocaban al frente a los ancianos. ¡Ver para creer!
Solo los mossos podían evitar el desastre, pero no, faltaron al Tribunal Constitucional y mordieron la mano de quien les mantiene, el resto de España.
La sensación, fue emocionalmente dolorosa, Cataluña es una tierra que siempre he visitado y querido, una segunda casa, pero lo visto ayer, ¡no lo es! El odio se ha impregnado el ambiente, es letal, es el fétido olor de quienes sueltan lo peor de sí mismo para afectar a los demás. Esperpéntico, espantoso.
No hubo una llamada a la cordialidad, sino una respuesta meditada por parte del gobierno de la Generalitat, contundente con sus maneras. “Orden a los mossos para no acudir, nos interesa la brutalidad policial para vender Catalunya en el exterior”. Supongo que son las palabras de Puigdemont o de cualquiera de los dirigentes de esa tierra, señoras y señores, ahora estarán satisfechos de haber intentado un golpe de estado, de demostrar hasta qué punto son buenos comprando la comunicación, y no se les caerá la cara de vergüenza por todas esas personas a las que enviaron sin más nobleza que sus tiranos intereses. Pueden poner la mano en el fuego.
Hoy España está de luto, ¡entera y se lo garantizo!, hemos visto con nuestros propios ojos la realidad que acontece en la Catalonia de los libertarios y malpensadores y en la Cataluña o Catalunya de quienes creemos en la unidad para avanzar y ganar.
Las redes apestan a tráfico comprado y manipulado, tuberías infestadas de odio de baja estofa de quienes solo saben imponer en lugar de hablar y negociar, pero con lógicos razonamientos, ¡vive Dios!, faltaría Más, implantar criterios y extenderlos en el tiempo para que no se vea la trastienda, los juicios adulterados y mangoneados para a la sociedad catalana. De ahí debe saber extraer la prensa internacional y todas esas personas mensajeras del bien, que son manejados para extender el mal.
Triste y lamentable los sucesos de ayer, ¡por supuesto que sí!, dos cuerpos de seguridad del estado defendiendo los intereses de Cataluña y otro, el otro, ¡pena me da! Hoy puedo decir; si fuera mosso de escuadra, no podría dormir en muchos años, ¡no!, me sería imposible coger el sueño, puesto que en lugar de servir a los catalanes en general, lo hicieron por los políticos que intentaron levantar a un pueblo para cepillarse de un plumazo la libertad y los derechos adquiridos después de una cruel guerra civil y cuarenta años de dictadura. ¡Tiene narices!
Bomberos con honor y dos pares haciendo lo que debió hacer el cuerpo los mossos de escuadra, no todos, hubo quien siendo de ese cuerpo hoy para mí en deshonor, se saltaron las órdenes de sus superiores, cumpliendo así los mandatos de nuestra santa Constitución y salvando a su pueblo de las cargas en las que tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional, se vieron obligados a incurrir. ¡Bien y un aplauso por ellos!
La primera bola de goma que salió de una de las escopetas, fue motivada por el manotazo de uno de los inquisidores de Cataluña, lo he visto tantas veces que aún me sorprende la poca atención que se presta a la realidad.
La prensa internacional solo hace eco de las imágenes en las fotos, sin pararse a pensar qué hay detrás. Quizá todos esos diarios deseen el populismo antes que la democracia, o simplemente hayan publicado los ingentes ingresos virtuales del sensacionalismo barato y absurdo.
Señoras y señores periodistas, nacionales y extranjeros. Quiero dejarles estas imágenes, quizá no aumente la tirada de sus ejemplares, pero puede servir para que antes de publicar, tengan la amabilidad de informarse del porqué de los hechos.
No simpatizo ni con este gobierno ni con Rajoy, pueden estar seguro de ello, pero ante un golpe como el de ayer, siempre estoy con el estado, no como esos partidos al estilo de la vieja escuela de Stalin, esos pretenden llenarnos las cabezas de pajaritos fritos.
Este país no es una república bananera, es una nación, ¡ni más ni menos, España!, ¿pero qué carallo se han creído los que pretenden destrozar la voluntad de un pueblo de pueblos como este? Lean historia, ¡por favor!, que no esté manipulada y aprendan a conocer quienes somos y de dónde venimos.
Y ya por último, y en vista de lo que ha acontecido por la manipulación de las crónicas en Cataluña, las de hoy y las de hace setecientos años: “Solicito que la manipulación de la historia en beneficio de algo o de alguien, sea contemplado en el Tribunal de la Haya como un delito grave que atenta contra los derechos internacionales, y sea castigado como merecen los traidores a la humanidad.
Ya de paso, les dejo unas fotografías y enlaces que pueden ser de su interés.
Sindicatos policiales presentan causa contra los mossos de escuadra
Un sillazo a un policía nacional sin haber atacado a nadie
Lluvia de piedras contra la Guardia Civil
Utilizando niños en manifestaciones, ¡increíble! y la respuesta de los agentes.
Así fue al principio, hasta que no tuvieron salida.
Por no buscar más, faltan las fotos. En algunas se ve a la GC y PN cogidos de los brazos, parando a los manifestantes con el pecho, sin más armas que su cuerpo. Me quedo con es instante, el resto es el resultado de quienes manipularon a sus ciudadanos para salir a la calle y obtener las mentiras tan vistas en las redes sociales, mientras ellos sin pudor de ningún tipo, salían a votar a otros colegios, no a los suyos y así evitar que les increparan su falta de vergüenza y amor por el pueblo catalán.
De verdad y con el corazón en la mano pueblo de Cataluña que tanto estimo, no os merecéis esos gobernantes, son capaces de enfrentaros entre vosotros y con el resto creando y sumando odio en su propio beneficio. Ya lo estáis viviendo.