Por San Jordi, millones de rosas rojas sin espinas quiero ver…, y así lo digo y dicta la conciencia, del que tiene como ciencia evitar la ignorancia y dar a conocer, un mundo de olores y colores para que todos vivamos y veamos la tierra con placer.
A mis oídos ha llegado el colmo de lo que es, parece y veo nacer. Quienes defienden fronteras, quieren implantarlas en la cultura. He ahí, con sus maletas bien apretadas de amarillo color, el de la envidia, celos, mala suerte, enfermedades y egoísmo, ¡qué curioso!, como siempre de políticos va el coso. En una plaza de toros debería ser, ellos con lo que tienen de siempre, las astas de enganchar a quien pudieren y llevárselos a lomos o por delante, según plazca la procesión del que en sus lides, incluye seguir rasgando las vestiduras de los que, como profesión honramos el papel con devoción. Buen torero sería en esa plaza, ¡pardiez que sí!, no habría indulto para vivir bien, que ya lo hacen a costa de los que pagan con honor, los impuestos necesarios para seguir teniendo el latido de un buen corazón, unas como salario y otras metiendo las manos en la hucha del común erario.
San Jordi se va a cabrear, se lo digo yo, que la historia del amor y la pasión por la lectura se cambie según los tercios del interés del que por sus fueros naciere…, ¡no lo llevara bien, no!, otra vez dándole manteca al siervo de la desolación, aspirinas que no funcionan, calmantes que destrozan las razones, píldoras que matan lo que otros unen por el amor a la cultura.
¡Vive el cielo!, pensaba que era broma, damas, doncellas, caballeros y donceles, ¡pero no lo es!
San Jordi clama desde el universo que no se utilice la sabiduría, para desunir a quienes leen, aman y viven las letras. Un día que es de todos, se quedaría en el de unos pocos, ¡qué paradoja!, ¿no les da congoja?
Una rosa sin espinas, roja en el pecho luce el santo de la literatura y por una espinosa amarilla la quieren cambiar muchos de los floristeros de la Cataluña que todos amamos, y que unos pocos, no nos dejan volver a verla florecer.
¡Qué artimaña tan cruel!, muchas tiendas de tiernos placeres, van a vender un amarillo de tallo amargo que les llegará a la sangre, peste de otros tiempos de nuevo en la colada, y en esta ocasión como una dura puñalada a quienes servimos con lealtad a Maat, Tot, Zeus, Atenea, Júpiter, Minerva, Brahmá, Saraswati, Hunab Ku, Itzamná…, por no nombrar a todos los dioses que antes se veneraban para dar el equilibrio y reglas del universo y otros para velar por nuestro conocimiento.
De rocío ya no es la mañana, no quiere cubrir los campos de amarguras, se niega a teñir la siembra de cayenas que pican y nada traen, pimienta que crece y alimenta la sangre de quienes por el antónimo del amor, viven el eterno rencor.
Diríales a quienes por fiesta y magia tienen el día del libro, que miren a otro rincón cuando llegue el esperado momento de regalar la rosa de la pasión, amistad, cariño, estima, culto, fervor y admiración y que por otros fueros envíen la del odio, envidia, celos y demás crueles hazañas, para que ningún político juegue con la cultura, no es de Ley, pues somos, americanos, africanos, europeos, asiáticos y oceánicos, la literatura no es de nadie y es de todos, de manera que, en cada mano dejo la piedra, que unos la cojan con razón y otros, la tiren por el balcón.
Bello texto y sin palabras me quedo. Es tu pluma sabia, conocedora de la cultura y defensora de las letras con amor.
Un enorme y fuerte abrazo!!!
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Gracias Margaret, me duele que las personas se dejen manipular por los que saben utilizar las emociones, en especial cuando es tan sensible como la cultura y la literatura, si mis compañeras y compañeras hicieran el mismo uso sin mirar la balanza de quien nos mueve a sus caprichos, otro sería el costal.
Un fuerte abrazo.
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Bien dicho, millones de rosas rojas, millones de libros que acerquen culturas y no alcen muros entre las personas, que la política quede relegada a un segundo plano y que todos disfruten de la cultura y la amistad. ¡Un abrazo!
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Ya lo ha dicho vuestra merced, rosas rojas sin espinas. Gracias por pasar por ésta su casa. Un fuerte abrazo.
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SALUDOS!! GUAPÍSIMO.
UN ESCRITO SALIDO DE LO PROFUNDO DEL CORAZÓN .
CUANDO DECIMOS ROSA, SE NOS VIENE A LA MENTE UN SOLO COLOR, EL ROJO., MADRE DE LOS OTROS COLORES.
OLÉ!! EL ESCRITO, GRITO Y PASIÓN.
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Muchas gracias Angelina. Es un placer volver a veros por estos lares. Un besazo.
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